¡NO SE QUE HACER CON MI VIDA, NO TENGO NADA! Me quedo en un silencioso Woooao… Cuando lo escucho de personas con toda la juventud para construir y realizar sus sueños, como en adultos que cuentan con la sabiduría pero la menosprecian, tirando toda la juventud en vano.
Nos encontramos en un momento agradable gracias a la tecnología. Vivimos en una sociedad donde la tecnología abraza con gran rapidez a la humanidad. Tristemente, gran parte de la humanidad no hace buen uso de esta, creando efectos desgastantes en los tres niveles: físicos, mentales y espirituales.
Cada día se ve más ansiedad, impaciencia, poca creatividad, insomnio, deterioro en la capacidad cognitiva, estados de salud deprimentes, pérdida de tiempo e innumerables consecuencias contraproducentes para el ser humano. A causa del mal uso de la tecnología.
Lo más preocupante, lo realmente preocupante, es que todas estas situaciones negativas se están dando tanto en la Abundancia como en la Escasez, en la riqueza y en la pobreza. Un desequilibrio de locos. La denominada “Alta Sociedad” como la “Baja Sociedad” se enfrentan a los mismos inconvenientes individuales, creando los problemas más graves y destructivos; Ansiedad y Depresión.
Esto no es culpa de la tecnología. Los avances tecnológicos están provocando la ausencia de motivación y energía por el mal manejo que se le da. Esta sensación de estancamiento emocional y falta de imaginación se está plantando en los pensamientos de las personas cada día de una forma fácil y simple porque lo permiten.
A mi me ocurre a diario, pero soy yo quien decide qué pensamientos siembro en mi mente, en mi estado de ánimo, en mis acciones.
Invierte en tu mente, ella es la única que cambiará tu bolsillo. ANÓNIMO.
Se ha olvidado la importancia de los RETOS diarios y personales. ¡La sociedad ha olvidado retarse! Se debe de afrontar cada segundo, cada minuto, cada instante, nuevos desafíos. Asegúrate de tener siempre una mentalidad diferente a la que el sistema te ha acostumbrado.
« al sistema donde gobierna el conformismo, el facilismo, lo instantáneo, el consumismo. Al sistema donde si no tienes el ultimo celular te hacen pensar que eres una basura, si no te “regalan” los zapatos de moda te deprimes, donde si no tienes suficientes likes atentas con tu vida. Al sistema donde al final sin importar lo que suceda, lo que tengas o lo que haces, terminas diciendo: ayy, es que no tengo nada. »
¿Cómo puedes cambiar esos pensamientos y hábitos de No se que hacer con mi vida?
Existen muchas formas de lograrlo, pero la más importante es preguntarse constantemente para encontrar soluciones y respuestas, las cuales están y siempre han estado dentro de nosotros y en torno a nosotros.
Te daré una lista de 18 preguntas distribuidas en dos fases. Estas preguntas fueron y aún son fundamentales para nuestro cambio de mentalidad y forma de actuar. Donde pasamos de un estado mental perezoso a una mentalidad más próspera y productiva.
Yo también estuve en modo zombie, modo manada.
El ejercicio consiste en realizar un trabajo de reflexión sincero a las siguientes preguntas; auto-evaluación con la mayor sinceridad. Si no tienes una respuesta instantánea, sea por la circunstancia que sea, responde lo primero que se te venga a la cabeza.
Ya luego en el proceso, la mayoría de las cosas se van aclarando. Empecemos.
Primera fase: Analizar - Está conformada por 12 preguntas:
- ¿Qué quiero?
- ¿Dónde estoy?
- ¿Dónde quiero estar y llegar?
- ¿Qué peajes tendré que pagar en el camino?
- ¿Son realmente peajes o tienen otro significado?
- ¿Quiero pagarlos?
- ¿Cuántas cosas, hábitos y personas me pesan para moverme hacia donde quiero estar?
- ¿De cuántas me puedo desprender para hacer posible el viaje?
- ¿De cuántas quiero desprenderme?
- ¿Tengo alguna creencia que me limite?
- ¿Qué significado tienen para mí aquellas cosas de las que no me quiero desprender?
- ¿Qué beneficios voy a obtener y a perder durante el camino?
Segunda fase: Apropiación - Está conformada por 6 preguntas:
- ¿Cuánto me importa las 12 preguntas anteriores?
- ¿Todo depende de mí?
- ¿Lo asumo?
- ¿Son claros los objetivos tanto a dejar como a adquirir?
- ¿Todo está de acuerdo a mis valores y prioridades?
- Acción, ¿Qué tengo que perder, de todos modos me la paso diciendo no tengo nada?
Encontrar las respuestas a estas preguntas, las cuales son muy personales, te dará un guión para tomar las decisiones necesarias en el cambio de mentalidad, de actitud y aptitud. No olvides ni las preguntas y ni mucho menos las respuestas, escríbelas y vuelve a realizar cada semana o cada mes, compara las respuestas del pasado y ve cambiándolas para tu bien.
El NO SE QUE HACER CON MI VIDA, NO TENGO NADA, no puede ser igualado a: falta de dinero, lujos, viajes costosos. No hagas referencia al apego material, ni en situaciones de abundancia ni en situaciones de escasez.
La referencia irónica pero real en el cómo se ha estigmatizado la frase «NO TENGO NADA» con la riqueza; es que se ha olvidado lo más importante; Tú SER, propósitos, compromisos, disciplina, imaginación, pasiones, conexión con las acciones.
Si algo no te deja avanzar, suéltalo y avanza. ANÓNIMO.
Todo aquello que te engancha y te mantiene en el mismo sitio sin dejarte avanzar o dejándote avanzar lenta y torpemente; ¡lo tienes que dejar! Situaciones donde solo existen rodeos, te van a llevar a una vida de zombi, en vez de dejarte avanzar. ¡Ve por tus sueños! eres la única persona que puede hacerlo por ti.
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La inspección interna (introspección) por medio de la meditación, te permite conocer si el apego que sientes está alimentado por: Una necesidad real y esencial, por una necesidad ficticia con consecuencias tóxicas para ti, o simplemente forman parte del repertorio de excusas que te das.
Excusas que llenan tu vida de ocupaciones que no te llevan a ningún sitio ni te aportan beneficio alguno. Te ocupas en cosas innecesarias en las que crees que te van a llevar a una mejor vida. Ocupaciones innecesarias es igual o peor a no hacer nada.
Mente desocupada y ociosa, da campo a pensamientos dañinos y enfermizos. Ocupaciones vacías y sin sentido, solo para llenar una vida material; dañan y enferman.
Es brutal la cantidad de cosas que hacemos y que no son necesarias. Se invierte tiempo, energía y recursos en acciones innecesarias, actividades que parecen que te llenan la vida, pero en realidad, la están vaciando.
Es de sentido común pensar que aligerar el equipaje agiliza el viaje. Por lo cual, debes de desprenderte del consumismo, consume lo que realmente te ayude a avanzar. En el transcurso de tu vida, llenas el inventario de cosas que al final terminas sin usar.
Ocupas espacio e incrementas el peso, cada día se hace imposible llegar al propósito de vida. También resulta un tanto estúpido y falto de sentido, esa incomodidad que sufres a la hora de dejar atrás muchas cosas que te sobran… y que tendrían un impacto mínimo (o incluso inexistente) si las dejas definitivamente. Y todo para que al final termines diciendo: es que no tengo nada. Consumismo depresivo en su máxima expresión.
Más que desconectarte de la tecnología, deberías de desconectarte de la basura que abunda en el mundo: (chismes, novelas, consumismo, apariencias, televisión, relaciones tóxicas, etc.). Cada día es necesario que vuelvas a conectarte con tu SER. La conexión con tu SER, con TU GRAN YO es la conectividad esencial para tu vida próspera y abundante. No pierdas la contraseña del wi-fi de tu interior.
No te quedes donde te toca, quédate donde deseas estar. Y si te toca estar allí, asegúrate de agradecer y de no conformarte. LEONARDO PUENTES A.
Dedica una parte de tu tiempo (de esas 24 horas que todos tenemos), a potenciar y entrenar tanto las nuevas como las antiguas habilidades. Aumenta tu productividad, olvida la idea de lo que venga. Agarra el timón y navega hacia el rumbo que deseas. No te conviertas en un espectador de tu vida, ni mucho menos en un administrador de la vida de otro.
Actúa bajo tus criterios, tus decisiones. Claro que considerando responsablemente tu entorno. Sigue tu camino, asegúrate que la hierba por la que pasas pueda crecer e incluso nutrirse con tu pisada. Busca consejos y críticas, pero no vayas a creer todo. Escúchalas y luego evalúa lo que te dicen, saca tus propias conclusiones.
Y así la próxima vez que estés por decir «no se que hacer con mi vida, no tengo nada » piénsalo mejor; Eres un SER único en un mundo abundante. ¡VE POR TUS SUEÑOS, VE POR LA MEJOR VERSIÓN DE TI!
Hasta la próxima.
